¿Cómo mantener un vehículo eléctrico?

¿Has elegido un vehículo eléctrico? Si es así, ¿sabes exactamente cómo mantenerlo? La buena noticia es que el diseño de los coches eléctricos es más sencillo que el de los motores de combustión, por lo que el mantenimiento es menos exigente/restrictivo y costoso.

MECÁNICA MÁS SENCILLA

Una de las ventajas del vehículo eléctrico es que su diseño es mucho más sencillo que el de los vehículos de combustión. No hay motor que funcione con gasolina o gasóleo. Tampoco hay caja de cambios clásica o correa de distribución, que son sinónimos de desgaste y complicaciones mecánicas. Un vehículo eléctrico funciona gracias a diferentes elementos que incluyen:

• La batería: con una capacidad que suele variar de 15 a 100 kWh, almacena la electricidad en forma de corriente continua. Se compone de pequeñas células ensambladas entre sí.
• El convertidor o inversor: transforma la corriente alterna suministrada por los cargadores AC de la red, en la corriente continua para que pueda ser almacenada en la batería.
• El ordenador de potencia: esta parte esencial, equipada con numerosos sensores, controla el flujo de energía que se envía al motor, así como la recuperación de energía.
• El motor: obviamente es lo que permite que el coche avance. Puede ser de dos tipos, sincrónico o asincrónico. El primero es más compacto y menos pesado y es adecuado para los vehículos de las zonas urbanas. El segundo tipo es más potente y robusto.

MANTENIMIENTO MÁS FÁCIL

Como te dirá cualquier propietario de un vehículo eléctrico, un diseño más simple, ¡un mantenimiento más ligero! Hay varias razones para esto:

• Menos consumibles que cambiar: a diferencia del motor de combustión interna, el motor eléctrico no requiere cambios periódicos de aceite, ni cambiar el filtro de combustible o el tubo de escape.
• Menos piezas que comprobar: asimismo, las piezas tradicionalmente sensibles en los motores de combustión —como la junta de culata o la correa de distribución— no existen en un motor eléctrico.
• Menos esfuerzo en los frenos y los neumáticos: los vehículos eléctricos tienen un sistema de frenado regenerativo que recarga la batería. Esta no es su única ventaja: también reduce el desgaste de las pastillas de freno, los discos y los neumáticos, que por tanto deben cambiarse con menos frecuencia.

El mantenimiento de un vehículo eléctrico es, por tanto, más sencillo, y esto se refleja en la factura: una revisión cuesta entre un 20 y un 50% menos que la de un vehículo de combustión.

PUNTOS QUE DEBEN SER REVISADOS

Por supuesto, si tienes un vehículo eléctrico, tendrás que realizar ciertas comprobaciones. Aquí tienes algunos consejos para una conducción segura y sostenible:

• Mantén actualizado el software de gestión de tu vehículo
• Comprueba la corrosión del chasis.
• Comprueba regularmente el estado de las escobillas del limpiaparabrisas y de los neumáticos.
• Comprueba el nivel de líquido de frenos y refrigerante.
• Haz funcionar el sistema de aire acondicionado regularmente, incluso en invierno. Es aconsejable utilizarlo durante unos diez minutos cada quince días.

Aunque puedes comprobar fácilmente estos elementos, un vehículo eléctrico debe ser revisado por un profesional cualificado, generalmente cada 30.000 kilómetros. Este profesional realizará todas las operaciones estipuladas por el fabricante y, en particular, comprobará el estado y el funcionamiento de la batería, uno de los componentes clave del vehículo. 

LA INSPECCIÓN TÉCNICA SIGUE SIENDO ESENCIAL

Independientemente del combustible utilizado, todos los vehículos de más de cuatro años deben pasar una inspección técnica cada dos años. Durante estos controles, los vehículos eléctricos e híbridos son sometidos a unos diez puntos de control adicionales en comparación con los modelos de combustión. Se refieren en particular a:

• La caja de la batería de tracción y la batería de tracción.
• Cableado y conectores de alta tensión.
• La toma de corriente del vehículo y el cable de carga.
• El inmovilizador.
• Diversos equipos eléctricos y electrónicos en el circuito de alta tensión.